¿Por qué siempre sube la bolsa a largo plazo?
Desde su lanzamiento en 1957, el índice S&P 500 ha ofrecido una rentabilidad acumulada (incluyendo dividendos) de más del 76.000%, equivalente a aproximadamente un 10,3% anualizado.
Si hubieras invertido 1 € en 1957, hoy tendrías… Nada, porque hasta 1976 no nació el primer fondo indexado al S&P.
Ahora mira este gráfico del profesor Jeremy Siegel, que representa la rentabilidad en diferentes periodos del mercado estadounidense durante el último siglo:
En periodos de 1 año, la rentabilidad histórica máxima de la bolsa ha sido de +61% y la mínima de -43%.
A 5 años, la rentabilidad máxima positiva se redujo pero también la negativa.
A 10 años, volvió a caer levemente la rentabilidad máxima y la máxima perdida es apenas un -3%.
Finalmente, a 20 años las rentabilidades negativas desaparecen y solo quedan las positivas.
Aunque rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras, está claro que algo de causalidad hay en que, a mayor periodo de inversión observado, más segura es la rentabilidad positiva y menos probabilidades hay de perder dinero.
Hoy, en Markets 101 nos hacemos la pregunta del millón: ¿Por qué sube siempre la bolsa a largo plazo?
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#1 Crecimiento económico
El motivo fundamental por el que la bolsa sube a largo plazo es porque las empresas que forman parte de ella crecen. Y con crecen me refiero a que cada vez ganan más y más dinero.
En 1957, las ganancias por acción (beneficios totales entre número de acciones) de las empresas del S&P 500 eran de apenas $3, mientras que el dividendo pagado no llegaba a $2 por cada acción. Hoy, dichas cifras han aumentado a $191 y $70, respectivamente.
Warren Buffett suele decir que valorar una empresa es tan sencillo como descontar al momento presente sus beneficios futuros. Es decir, que si las previsiones de crecimiento de beneficios de una empresa aumentan, el precio de dicha acción debería hacerlo en más o menos la misma medida a largo plazo.
Luego falta la parte más importante: cumplir las previsiones. Hasta ahora, aunque ha habido momentos de sobrevaloración excesiva como en la burbuja puntocom, siempre se han cumplido con creces y no hay motivos para pensar que dejarán de hacerlo a futuro.
Para observar la alta correlación que existe entre el precio de una acción y el crecimiento de sus beneficios, observa este gráfico que compara el comportamiento del S&P con el incremento en la cifra de beneficios de las empresas que lo conforman:
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Ahora la pregunta es por qué las empresas cada vez obtienen mayores beneficios. Para ello, hay que fijarse en dos factores: el avance tecnológico y la inflación.
#2 Avance tecnológico
El desarrollo de la tecnología permite que cada vez se pongan a disposición de los ciudadanos más bienes y servicios, así como de mayor calidad y a menor precio, lo que a su vez hace que personas que que antes no podían comprar determinados bienes cada vez tengan más posibilidades para hacerlo.
También que las empresas ingresen más, aunque la tecnología es un factor altamente deflacionario: piensa en lo que te costaba una TV de 50” hace 10 años y lo que te cuesta hoy.
A mí me gusta pensar en el avance tecnológico con el ejemplo de que cualquier ciudadano de cualquier pais del mundo hoy lleva en el bolsillo un aparato con mayor poder computacional que el ordenador que tenía el presidente del gobierno de Estados Unidos hace unas pocas décadas.
La innovación juega un papel fundamental en el desarrollo económico, y quizás por eso en España, donde el 70% de los jóvenes quiere ser funcionario, tenemos un futuro tan negro. Lo siento, tenía que soltarlo por algún sitio porque recientemente leí el dato y me puse enfermo.
Innovaciones como el primer coche de combustión en 1903 (el Ford I) o el primer smartphone (el iPhone) en 2007 han contribuido enormemente al crecimiento económico del mundo, lo que se ha acabado reflejando en la calidad de vida de todos nosotros y también en las gráficas alcistas de las bolsas.
Aquí entra en juego otro factor clave: la reinversión. Si las empresas no reinvirtieran parte de sus beneficios en mejorar su negocio cada día, poco crecimiento se generaría. La bolsa también se beneficia de esta mentalidad largoplacista de algunos lideres que sacrificaron el corto plazo por un mejor futuro a largo. A ver si toman nota nuestros políticos.
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#3 Inflación
No todo es avance tecnológico en el aumento de los beneficios de las empresas. También juega un papel importante (cada vez más, por cierto) la famosa inflación, es decir, el incremento en el precio de los bienes y servicios por factores monetarios.
Básicamente, el factor monetario, como ya sabemos todo, es que a los bancos centrales les encanta imprimir dinero para que la economía vaya como la seda (y también para que su deuda valga menos), aunque esto tiene unos problemas que no hace falta que expliquemos porque acabamos de sufrirlos en los últimos tiempos.
El caso es que la inflación afecta al precio que todos pagamos por los bienes y servicios, lo que a su vez repercute en las facturaciones de las empresas y, por ende, en sus cifras de beneficio neto y en lo que pagan a sus accionistas en forma de dividendos.
Si Mercadona (ejemplo polémico donde los haya) tiene que subir el precio de sus yogures porque a sus productores les ha subido el coste de fabricarlos, ese incremento en el precio se traspasará a su cuenta de resultados, lo que, a su vez, hará que el precio de su acción suba de forma más o menos correlacionada a largo plazo.
Este es un ejemplo ficticio porque Mercadona no cotiza en bolsa, pero quiero que se entienda que si se espera que una empresa gane más dinero a futuro, su cotización lo acabará reflejando, pues ésta es igual a sus beneficios futuros actualizados al momento 0.
El caso es que las tan temidas subidas de los precios en los bienes y servicios que consumimos guarda una correlación directa con el comportamiento del mercado bursátil vía el crecimiento de las facturaciones y los beneficios de las empresas. Y para muestra un botón:
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No tengo ninguna bola de cristal, pero, pese a todo lo que estamos viendo hoy, soy bastante optimista con el futuro de la humanidad y me cuesta pensar que si sigue habiendo crecimiento económico, las empresas siguen innovando y, además, los bancos centrales siguen generando inflación, la bolsa no estará más alta en 20 años de lo que lo está hoy.
Si eres como yo, de los que cree que en el futuro la cosa va a ir siempre a mejor por muchas noticias malas que haya, y además quieres que tus bolsillos se beneficien de ello, no te comas el coco: píllate un fondo indexado o varios que recojan el mercado bursátil global e invierte tu limitado y valioso tiempo en disfrutar de la vida.
Para terminar, las tres recomendaciones de libros de hoy son: