Los 8 principios de mi filosofía de inversión
Desde que empecé a invertir mis ahorros hace 4 años, mi filosofía de inversión ha cambiado mucho gracias a leer y escuchar a muchas voces expertas y, sobre todo, a cometer errores.
Tras perder pasta seleccionando acciones individuales “hypeadas” al principio vi que lo mío no era eso el stock picking. Me consumía demasiados recursos (tiempo sobre todo) y además obtenía malos resultados.
Y me pasé a los fondos de inversión. Primero a los de gestión activa y, luego, tras ver que no tenía ni idea de quiénes iban a ser los ganadores del futuro, pasé a la gestión pasiva.
Así, hoy te quiero presentar mi filosofía de inversión actual, cuyas bases espero que me acompañen durante toda mi vida inversora.
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#1 Ahorrar un 20% del salario
Mi proceso de inversión empieza el día que llega la nómina. Ese día hago una transferencia de entre el 15 y el 20% de la misma con destino a la cuenta donde están mis inversiones.
Está más que demostrado que, si tienes 1.000€ en tu cuenta corriente para echar el mes, te los gastas íntegramente. En cambio, si ahorras 200€ y te quedas con 800€, automáticamente te adaptas y gastas esos 800€.
Para adelantarme a este sesgo que tenemos los humanos, el día 1 quito ese 15-20% de la cuenta. Doble beneficio: gastas menos en cosas inútiles y lo inviertes a largo plazo en algo productivo. Es un cambio de mindset al que a mucha gente le cuesta adaptarse.
#2 Invertirlo en un índice global
Ya hablé una vez sobre los motivos por los que invierto en fondos indexados (puedes verlo aquí). ¿Pero por qué elijo un fondo indexado global?
Primero, porque no sé qué región o sector lo va a hacer mejor en los próximos 20 años. En los últimos 20 ha sido Estados Unidos y la tecnología, pero nada garantiza que vayan a repetir en el futuro.
En mi caso, el fondo a elegir es un indexado que sigue el índice MSCI ACWI, el cual recoge todo el mercado global, tanto países desarrollados como emergentes. Para mí, es la mejor opción para beneficiarse del crecimiento económico del mundo.
#3 Aportar mensualmente
Como no tengo la bola de cristal para saber cuándo es mejor comprar (es decir, cuando el mercado está mas barato), lo que hago es programar aportaciones mensuales de una cantidad fija.
Esto es lo que se conoce como modelo DCA (Dollar-Cost Averaging) y, al comprar a diferentes precios cada mes, promedio en el precio de compra y disipo el riesgo de que una gran caída hunda en mayor medida mi inversión.
Además, al invertir exactamente la misma cantidad cada mes, se compran más participaciones del fondo cuando el mercado está mas barato. Y menos cuando está caro, lógicamente.
#4 Comprar más si cae el mercado
La volatilidad no es solo un peaje que los todos los inversores tenemos que pagar para obtener todas las bondades de la renta variable, sino que es nuestro mejor aliado.
Cuando ves que una camisa de tu marca favorita está rebajada al 30%, tu respuesta automática es comprarla. ¿Pero por qué no aplicamos está misma lógica con nuestras inversiones?
En los últimos 3 años he hecho aportaciones extraordinarias en 4 momentos concretos (te los señalo en la imagen de abajo). Desconozco la rentabilidad extra que me han dado estas aportaciones pero algún p.p. he ganado seguro al comprar más barato.
#5 Mirar la evolución 1 vez al año
Este es otro error clásico de principiante: obsesionarte con la rentabilidad diaria de tu inversión y revisar constantemente si ésta ha subido o bajado cada día en que el mercado está abierto.
En mi caso, puedo asegurarte que desconozco la rentabilidad de mi inversión en estos momentos. La última vez que la vi fue a finales de 2023 y llevaba alrededor de un 20% desde inicio, por lo que supongo que ahora estaré en la horquilla del 25-30%.
Para mí no obsesionarme con el número es básico por dos motivos: 1) no perder el tiempo revisando algo sobre lo que no tengo control, y 2) evitar realizar acciones emocionales al ver cómo los números no cuadran con mis expectativas.
#6 No vender en ningún caso
Todas las acciones anteriores las tiraría por la borda si, cuando vinieran mal dadas (es decir, cuando cayera el mercado) me pusiera a vender mis posiciones como loco.
Mucha gente no tiene control sobre sus emociones y, en cuando ve su fondo caer un 5%, empieza a vender parte de su inversión con el fin de evitar perder más dinero. Cuando algún conocido me dice que ha hecho esto, le hago 3 preguntas:
¿Tienes la bola de cristal para saber si va a seguir cayendo? ¿Acaso no sabes que la bolsa tiene volatilidad a corto plazo? ¿Has mirado el coste que tiene para el interés compuesto el salirte y entrar del mercado cuando te venga en gana? Y le enseño este gráfico.
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#7 Formarme continuamente
Aunque no es un principio de inversión como tal, para mí el leer o escuchar con cierta recurrencia a expertos en finanzas me ha ayudado muchísimo a ser mejor inversor cada día.
De hecho, de no haber sido por leer a muchos expertos con distintos enfoques desde el principio, nunca habría podido contrastar filosofías de inversión y sacar pepitas de oro interesantes para mí de cada una de ellas.
Por ejemplo, yo empecé muy a full con la gestión activa y seleccionando acciones por mi cuenta. Luego (después de pegarme buenas hostias) conocí a Bogle y empecé a interesarme por la gestión indexada, hasta que descubrí que es la mejor opción para mí.
#8 No invertir en lo que no entiendo
Warren Buffett llamaba el “círculo de competencia” a aquellas empresas cuyo modelo de negocio conocía tan perfectamente que le permitía explorar la opción de invertir en ellas.
En mi caso, lo aplico de la misma forma. Si quiero invertir en algo, tengo que 1) entenderlo, y 2) creer en ello. Por poner dos ejemplos, por la razón 1 y 2 no invierto en criptomonedas, por la 2 en inmobiliario.
Lo que yo más entiendo a día de hoy y en lo que más creo es en las fuerzas subyacentes que empujan el mercado bursátil global al alza a largo plazo (que, por cierto, hablé de ellas aquí). Por lo tanto, mientras esto siga así, ahí irá mi dinero.
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En definitiva, estos han sido los 8 principios básicos de mi filosofía de inversión, los cuales pueden encajar en mayor o menor medida con los tuyos.
Espero que te hayan gustado y que incluso hayas cogido alguno para hacértelo tuyo. Nos vemos el jueves que viene.